Algunos de los problemas que más nos afectan a los
hosteleros son la bajada del consumo, los impuestos, las
multas y reclamaciones… Además, la clientela es cada día
más experta y exige mejor servicio y mejores productos.
Somos nosotros mismos, cada profesional, los
encargados de cuidar la calidad de nuestro trabajo,
de cuidar nuestro sector, de ofrecer garantías a los
consumidores. Y como compartimos esos
consumidores, nuestros clientes, todos estamos
unidos en esta misión. Sólo lograremos nuestros
objetivos individuales, si todos colaboramos.
Al asegurar la calidad de nuestros establecimientos
de hostelería, todos salimos ganando:
-Estamos conservando nuestra clientela.
-Atraemos nuevos clientes gracias al buen servicio
y el boca a boca.
-Mejoramos la imagen del sector, motivando a los
consumidores.
-Aportamos valor a nuestras localidades,
promoviendo el turismo.
-Facilitamos las relaciones del sector hostelero
con la Administración Pública.
-Ahorro en multas: en los últimos tiempos, hemos
visto como se han intensificado las inspecciones
Ante esta situación, el sector de la Hostelería debe
elevar su nivel de autoexigencia, y comprometerse
con la calidad y la excelencia, como fundamentos
de nuestro negocio. De este modo, debemos asumir
nuestras responsabilidades, garantizar los derechos
del consumidor y exigir el cumplimiento de sus
deberes legales a proveedores, trabajadores, y las
diferentes administraciones
No hay comentarios:
Publicar un comentario